Estoy muy contento. Acabo de terminar un informe para facultad, y debo confensar que es la primera vez que hago un documento en OpenOffice sin extrañar en absoluto al viejo y peludo Microsoft Office.
Hasta ahora siempre me sentía rehacio a recomendar el uso de OpenOffice porque, en mi opnión, tenía muchos problemas (lentitud, estabilidad, pocas opciones). Se imaginarán cual fue mi alegría al comprobar que todas estas carencias estan resueltas en el nuevo OpenOffice 2.0.
Pero ahora me acabo de convencer de que realmente no hay ninguna razón para seguir usando Office puesto que el OpenOffice trabaja muy bien con documentos de Word y Excel (incluso abre archivos encriptados) y ademas de que anda de maravilla con OpenDocument, que es lo que se viene.
Parece que al pobre Microsoft cada vez le quedan menos formas de atar a la gente a sus productos. Y es que, afortunadamente, estamos viviendo en un momento en que el software libre está deplazando claramente a sus competidores privativos. La futura caída del rey de las aplicaciones privativas (Microsoft Office) será el broche de oro para confirmar dicho destino, y será un placer ser testigo de la misma.
Porque, como yo lo veo, si todo sigue como ahora (OpenOffice gratis/multiplataforma, Microsoft Office U$S 800/solo windows) no le doy ni dos años al desauseado MS Office. Cual será el último manotazo del ahogado para Microsoft?, empezar a regalar el MS Office para por lo menos de esa forma intentar atar a la gente a su plataforma?. Bueno, quien sabe... Lo cierto es que se terminó la era del Microsft Office, puedo sentirlo... Y miren que fue una era larga... que comenzó, allá por el año 94, cuando yo terminaba la escuela, con la salida del Office 4.0 para Windows 3.1 y se terminó de imponer con el Office 95 para Windows 95, al año siguiente.
NOTA: El OpenOffice que hago referencia en este post es un OpenOffice 2.0.0 corriendo sobre Windows XP en un Celeron 1100 Mhz con 512Mb de RAM y OpenOffice Quickstarter activado.